Richard Gonzales
La supremacía del “dios” capital es pregonada por los pensadores del sistema imperante, y que debe regir todas nuestras vidas, mientras nosotros le deberíamos obediencia servil, es decir, la supremacía del capital financiero. La naturaleza económica y política del sistema actual, donde se cosifica e instrumentaliza todo, es ese imperialismo como fase superior del capitalismo, su segunda y última fase como lo definiera nuestro gran Lenin, la determinantemente debemos combatir.
El imperialismo es el capitalismo altamente desarrollado, cuya esencia económica es el monopolio cuyas características son:
1) El elevado desarrollo de la producción capitalista conduce al monopolio.
2) En nuevo papel de los bancos y la fusión de estos con el capital industrial lleva a la formación del capital financiero y al poder de la oligarquía financiera.
3) La exportación del capital adquiere una gran preponderancia respecto a la exportación de mercancías, característica de la fase precedente.
4) La formación de asociaciones capitalistas internacionales que se reparten el mundo.
5) La terminación del reparto del territorio del mundo entre las potencias capitalistas más importantes.
Por tanto, esa libre “concurrencia” ya no existe más, es el monopolio quien determina toda la vida de una nación sometida en todos los planos, según el imperialismo preponderante, la que establece la política económica, educativa, cultural, administrativa, etc. Los efectos devastadores de ese sometimiento son atroces e inhumano en los pueblos, cada quien lo siente y lo vive en carne propia, pero a la vez, disputan en el mundo por mas poder y dominio, razón de las contiendas y guerras, como las que se han vivido, como las que hoy se desarrollan. Ningún imperialismo es “benevolente” y respetuoso con los oprimidos, todos sin excepción oprimen y explotan al pueblo, así como asesinan, reprimen, encarcelan en tanto esta en juego sus intereses.
Por tanto, combatir en el terreno ideológico y político a quienes toman posición por uno de los imperialismos, pretendiendo hacerlo ver o ponerle entre comillas “rostro humano”, debemos combatir en ese mismo trajín para maximizar esa energía, para que se cristalice el rumbo, la dirección, organización y lucha de los pueblos.
Tenemos el deber de unir las fuerzas del pueblo, marchar junto, para que las fuerzas desorganizadas del pueblo se expresen como poder, ese poder dormido por muchos agentes que actuaron o actúan como bomberos de la lucha y acción revolucionaria, aun en esta lucha política.
El imperialismo, la gran burguesía, la avanzada de la burguesía, no distingue para explotar y oprimir, por tanto, aun siendo diferentes organizaciones del pueblo, podemos marchar juntos contra un mismo explotador que tanto sufrimiento trajo y por generaciones a nuestros pueblos.
La lucha real ira uniendo al pueblo, esas luchas por su misma subsistencia, contra el costo de vida, la educación, salud, vivienda, jubilación, etc. Esa misma lucha elevada a La lucha política, es decir, la lucha por el poder político requiere sus etapas y fases para enrumbar hacia una lucha por el poder, eso significa, el poder para el proletariado y el pueblo, con una elevada conciencia, su propia actitud frente a profetas y fariseos en las filas del pueblo.
Implica, unir al pueblo, a los pueblos, ganar a los intelectuales del lado nuestro, revolucionarios, que sirvan honestamente a las justas causas de liberación, unificar la obra comenzada por la Coordinadora con una grande, mas grande obra de unidad de los pueblos, que hoy comienza a manifestarse como embrión de voluntades de liberación del imperialismo y el derrocamiento de sus lacayos de los estados viles, serviles, y que requerirá condiciones y tiempo.
La lucha económica debe elevarse a lucha política, difundir el marxismo que es la ideología científica y consecuente por un nuevo mundo para el pueblo, que esta al servicio de la liberación, pero a la vez, con esa teoría científica, generar organización, significa generar comités, sistema de comités de obreros, campesinos, estudiantes, comerciantes, barriales, para educar, generar asambleas para la construcción en ese marxismo, es armar a nuestro hermanos proletarios para construir ese mundo hacia la libertad, hacia el socialismo.
Unificar todas las fuerzas revolucionarias de quienes actúan de modo revolucionario contra el sistema, pero lo mas fundamental, GENERAR EL CENTRO POLITICO COMUN para cada pueblo, que goce de la confianza absoluta de los explotados y oprimidos, que cristalice su energía hacia la transformación social organizada.
Es el proletariado a quien le corresponde generar ese centro político, mas los comités a nivel nacional, deben ser el embrión del poder revolucionario, sus miembros más avanzados deben asumir lo que la historia le demanda hacer.
Ya comenzó la semilla a brotar, los pueblos están dispuesto, por que han vivido siglos de sojuzgamiento, muerte, robo, saqueo, pillaje, hambrunas, de haberlos hecho vivir en forma miserable. Agrupémonos, estrechémonos mas en forma amplia construyendo una fuerza capaz, un núcleo de dirección para la liberación de los imperialismos a nuestros pueblos.
Por tanto, necesidad de exponer en la lucha práctica la forja de los mejores hijos, y la lucha reivindicativa, debe ser elevada a lucha política, generar un programa concreto de corto y largo alcance proyectando a un órgano de dirección de las masas en un trabajo de frente anti imperialistas con madurez, amplitud y flexibilidad.
Julio del 2024
