Markku Siira
Estados Unidos está presionando a sus aliados europeos para que adopten una postura más dura frente a China. Ahora que la eurozona se ha mecanizado en una guerra híbrida contra Rusia, Washington quiere que sus vasallos subyugados luchen también contra China.
Las conversaciones entre EE.UU. y sus aliados de la OTAN han sido reportadas por el Financial Times, que dice que en las últimas semanas Washington ha estado presionando a los miembros de la alianza transatlántica para que endurezcan sus declaraciones contra China y tomen medidas concretas más allá de las palabras para frenar a Pekín.
Al principio de su administración, el presidente Joe Biden identificó la lucha contra China como su “máxima prioridad en política exterior”, pero antes de esta “máxima prioridad”, Rusia tuvo que verse envuelta en una prolongada intervención militar en Ucrania.
Mientras el conflicto de Ucrania continúa en el panorama invernal, Washington se esfuerza por incluir a China en la agenda de la alianza militar de la OTAN. Ahora es el momento de aprovechar a los países euro y anglófonos para que presten un apoyo más concreto a las ambiciones hegemónicas de Estados Unidos en la llamada región Indo-Pacífica.
En su cumbre de junio en Madrid, la OTAN acordó un nuevo “concepto estratégico” para abordar “los retos sistémicos que plantea China”. Esta semana, los ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN y sus anfitriones estadounidenses seguirán discutiendo la cuestión en Bucarest, Rumanía.
La Alianza ha identificado la evolución económica, política y militar de China como un “desafío” para los “intereses, la seguridad y los valores” de Occidente. Una vez que los ministros de la OTAN hayan tenido sus discusiones, los medios de comunicación de las potencias occidentales (falsos) seguramente comenzarán a hacer una campaña más agresiva contra China.
En medio de los planes de guerra de EE.UU., la UE ha estado evaluando paradójicamente formas de fortalecer las relaciones comerciales con China. Los principales países de la OTAN, como Alemania y Francia, son reacios a alinear totalmente sus posiciones sobre China con Washington.
“Se dice que EE.UU. tiene cierta tendencia a ser dominante, no sólo en lo que respecta a China, sino en todo”, declaró un alto funcionario de la UE a un diario económico, pero añadió que finalmente Europa se alineará con la posición de EE.UU. Washington lidera y Bruselas se limita a lloriquear, como siempre.
Mientras que la operación de Rusia en Ucrania sigue reclamando la atención de EE.UU. y sus euroaliados, Washington ha dejado claro que se trata de un “respiro temporal del cambio a largo plazo hacia la lucha contra China como su principal política estratégica de defensa y seguridad”.
El mes pasado, el gobierno de Biden dio a conocer su Estrategia de Seguridad Nacional, en la que se afirma sin rodeos que China es una “prioridad de la política de seguridad” y no Rusia, aunque esta última sea una amenaza “inminente y continua”.
Por lo tanto, los conflictos geopolíticos no remitirán en un futuro próximo, sino que aumentarán. Además de odiar a Rusia, también se incita a los europeos contra China, en nombre de la “democracia” y la “libertad”, por supuesto. Finlandia ya está preparada para ello, como sugieren las declaraciones del primer ministro Marin.
