Política

¿Se verá obligado EEUU de Biden volver al acuerdo nuclear?

La llegada de Joe Biden a la Casa Blanca ha aumentado las especulaciones de que el nuevo presidente estadounidense retome los acuerdos que ha dejado Donald Trump.

Biden había prometido en su campaña electoral que, durante los primeros 100 días de su Gobierno, entre otras tareas, regresaría al acuerdo nuclear, suscrito en 2015 entre Irán y el Grupo 5+1 (entonces formado por Estados Unidos., Francia, el Reino Unido, Rusia, China, más Alemania).

En mayo de 2018, el anterior presidente de EE.UU., Donald Trump, sacó a su país del pacto nuclear, de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés) y reimpuso todas las sanciones a Teherán que habían sido levantadas en virtud de este convenio, que cuenta con el respaldo de una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU).

Washington adoptó tal medida a pesar de que la República Islámica de Irán había cumplido plenamente sus compromisos estipulados en el acuerdo; un hecho que ha confirmado en varias ocasiones la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA).

Los otros países firmantes del acuerdo condenaron la salida de EE.UU. del pacto nuclear, pero no han adoptado medidas prácticas para reducir las restricciones que ha impuesto Estados Unidos al país persa.

Ante tal situación, Teherán esperó un año para que el resto de los firmantes del acuerdo adoptase medidas prácticas a fin de garantizar los intereses de Irán.

En mayo de 2019, Irán tomó una medida recíproca y, conforme a los artículos 26 y 36 del pacto nuclear, decidió reducir progresivamente algunos de sus compromisos, con el propósito de forzar a sus socios europeos a asumir sus obligaciones.

Y ahora que Biden se ha instalado en la Casa Blanca surge esta pregunta:

¿Se verá obligado EEUU de Biden a volver al acuerdo nuclear?

El nominado del nuevo presidente estadounidense para secretario de Estado, Antony Blinken, anunció en una sesión ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado que la Administración Biden está lista para regresar al pacto nuclear, si Teherán cumple con sus obligaciones.

“Vemos esto como un punto de partida y, con la ayuda de nuestros aliados que estarán con nosotros nuevamente, trabajaremos para llegar a un acuerdo más fuerte y duradero”, afirmó Blinken.

Blinken, no obstante alegó que las negociaciones debían incluir el programa de misiles balísticos de Irán y su influencia en la región de Asia Occidental; una propuesta que el país persa lleva rechazando desde hace años.

EEUU cambia el patrón verdugo-víctima

Cuando Blinken habló abiertamente sobre la posibilidad del retorno de su país al pacto nuclear con la condición de que el país persa “debe cumplir sus compromisos para que Estados Unidos regrese a JCPOA”, en realidad, cambió el patrón y pasó de verdugo a víctima, olvidando que fue el país norteamericano quien se retiró de dicho pacto e impuso sanciones sin precedentes contra Irán.

Blinken también ha olvidado que Irán ha dado un plazo de un año para que el resto de firmantes del acuerdo adopte medidas prácticas a fin de compensarle por el daño económico que le causó la salida de Washington.

Además, al menos en 15 ocasiones la Agencia Internacional de Energía Atómica ha confirmado el compromiso de Irán con sus obligaciones en virtud del acuerdo nuclear de 2015, algo que incluso ha reconocido la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, por sus siglas en inglés).

No obstante, ante la inacción de Europa en adoptar medidas prácticas, el país persa recurrió a los artículos 26 y 36 del mismo pacto para reducir progresivamente algunos de sus compromisos.

De acuerdo con el artículo 26 del acuerdo nuclear, si uno de los firmantes reimpone sanciones o crea nuevas restricciones a Irán en relación con su programa de energía nuclear, Teherán puede alegar esos actos hostiles “como motivo para dejar de cumplir sus compromisos total o parcialmente”.

El artículo 36 estipula, a su vez que, si cualquier parte del pacto incumple sus compromisos, Irán puede remitir el asunto a la Comisión Conjunta Irán-Grupo 5+1, y, en caso de incumplimiento por parte del país persa, los demás pueden hacer lo propio.

Con todo, Teherán ha asegurado que, si las otras partes cumplen con sus obligaciones, volverá inmediatamente a sus obligaciones.

Blinken debe entender que el JCPOA ha sobrevivido gracias a los esfuerzos de Irán, de lo contrario, Trump lo habría acabado por siempre.

Además, las declaraciones de Blinken sobre la participación de los países árabes del Golfo Pérsico y el régimen israelí en las negociaciones nucleares con Irán son una broma. El nuevo secretario de Estado estadounidense acaso no se da cuenta de que Arabia Saudí e Israel han sido y siguen siendo los enemigos del pacto nuclear.

Parece que Blinken ha olvidado cómo el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, insultó al expresidente estadounidense Barack Obama durante un discurso en el Congreso de Estados Unidos en el que condenó dicho pacto.

Así como Irán no renegocia el acuerdo nuclear, no va  a negociar con Arabia Saudí ni Israel, y esta idea estadounidense, de hecho, será rechazada fundamentalmente por el país persa.

Entonces, Blinken solo tiene dos opciones:

O que su país regrese al acuerdo nuclear iraní y recompense al país persa por los daños generados por la salida unilateral de la Administración anterior, o seguir políticas irracionales, tal y como había adoptado Trump contra Teherán.

Sea cual sea la elección de Blinken, Irán ha enfatizado en múltiples ocasiones que su programa de misiles de Irán no es negociable, pues lo considera un derecho absoluto y definitivamente lo seguirá desarrollando dentro sus estrategias y planes defensivos, convencionales y específicos.

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