Columnistas Richard Gonzales

LAS RAZONES DEL GOLPE DE ESTADO EN EL PERU

Richard Gonzales

Detrás de todo hecho político hay una razón fundamental que son los intereses económicos. En una sociedad de clases, está relacionado a los intereses de clase de quién posee el poder hegemónico.

Desde hace treinta años, cuando se impuso el neoliberalismo en este país, la concentración del poder económico pasó de manos estatales a manos privadas, tanto nacionales como a las manos de las corporaciones extranjeras. Obvio, para tal fin, requerían de un marco jurídico que garantizara a largo plazo esos intereses. Por tanto, el golpe de Estado dado por el Fujimontesinismo, tenía ese fin y lo hicieron recurriendo a la fuerza armada y el fraude.

Dicha receta, entonces, obedecía a los intereses principalmente Yankis. Sumado a todo ello, para consolidar o conjurar cualquier retroceso a ese plan, se suscribieron una serie de tratados internacionales como el TLC, tratados que eran lesivos a los intereses nacionales, por tanto, dado el remate del país, bajo el modelo impuesto, consolidaba los intereses principalmente geopolíticos de los EE.UU por medio de las finanzas, otros intereses como los  mineros, mercado, etc.

Al mismo tiempo, también ingresaban inversiones europeas, en rubros específicos u otras como el capital chileno, mexicano, canadiense, etc. Lo cierto es que, hasta ese entonces, el imperialismo Yanqui es quien tenía la hegemonía del mundo y América Latina no era la excepción; pasado décadas, comenzó a emerger con toda nitidez el imperialismo chino, principalmente en la inversión económica cuyo punto de entrada era Venezuela, que posteriormente se expandió a toda la América.

Perú, siendo un país de carácter estratégico, se ponía en disputa, la misma cuenca del Pacífico era arena de contienda entre estos dos imperialismos. Recordemos que, hasta el propio Brasil, aspiraba su salida al Pacífico, clave era el Perú, y es aún latente más que nunca, siendo una potencia mundial, era una necesidad para su comercio internacional.

Perú, país andino, posee una ingente riqueza principalmente mineral, como el cobre, oro, plata, zinc, estaño, plomo, molibdeno, uranio, litio, tierras raras, gas, agua y biodiversidad inmensa en la parte de la selva, riqueza marítima y otros.

Siendo así, era una zona de disputa de las grandes potencias y superpotencias, así como el interés del gran capital regional. Recordemos que, en este país andino, se desató una guerra civil, dirigida por los maoístas, con el fin de tomar el poder e instaurar una república socialista, desde 1980 a 1992, cuando la captura de su más alto dirigente y el conjunto de jefes que dirigía ese proceso.

Dado los riesgos evidentes, en ese entonces, y para conjurar que dicho proceso triunfe, el imperialismo jugaba, junto a las grandes burguesías de los países que limitan a este país, dos posibilidades; la desintegración del Perú como país, la cual serían asumidas por los capitalismos regionales, o la intervención del imperialismo Yanki con su fuerza viva. Pero a raíz de la derrota del proceso de la guerra civil, esta se conjura, por la que viabilizan el modelo económico neoliberal, deviniendo dicho país, en un capitalismo dependiente de las superpotencias.

A medida de cómo se ha ido desarrollando las potencias en el mundo, así  como las superpotencias, China comienza a tener la preponderancia económica en este país andino, tales así, que en la actualidad, la minería y los hidrocarburos representa el 13 % del PIB nacional, a la vez que las gemas, metales preciosos representan el 52.6 % de los recursos de exportación, por lo que su principal socio comercial es China, con un 32 % de esos recurso de exportación, mientras para EE.UU, va tan solo el 12.8 % de la exportación de esos recursos.

A nivel continental el 50.4 % al asiático, y el 18 % a EE.UU y Canadá. Obviamente, siendo las cifras así, Perú es una zona de disputa entre las dos grandes superpotencias del mundo. Pero ¿qué ponía en riesgo esta llamada estabilidad económica? A sabiendas que este país, aun luego de la pandemia, seguía su crecimiento con un 2,7 % en este 2022 con tendencia a aumentar.

El pueblo comienza a madurar y comprender -por reiteradas luchas populares, levantamientos masivos- la necesidad de una nueva constitución, que va masificándose, deviniendo en demanda, necesidad y exigencia para los grandes cambios que necesitaba la nación, pueblo y patria. Obviamente, un gobierno o líder que asuma en su programa de gobierno esa necesidad, ponía en cuestión todo el modelo económico boyante para los grandes grupos de poder y para las trasnacionales.

Como dicen algunos analistas, había un desacoplamiento de la economía con la política, un descarriamiento. No debemos perder de vista que la nueva ruta de la ceda incluye este continente con una serie de proyectos, principalmente chinos, cuestión que lleva a mayor disputa entre las dos grandes superpotencias China versus Yanki, siendo esta última superpotencia en declive.

Por tanto, la razón del golpe de Estado, es pues, que la oligarquía peruana sujeta a los diferentes imperialismos, no aceptaban por ninguna razón esa nueva constitución, menos se toque lo referente al capítulo económico. Para esta oligarquía racista, clasista, al final de cuentas si no perjudica sus intereses, la raza pasa a ser un problema de segundo plano, si no vean a Toledo, más evidentemente.

Por tanto, siendo así, torcer los brazos de todas estas fuerzas, requerirá una gran unidad, compresión de su necesidad, liderazgo único, no los caudillos que pretenden bajo argumento de que luchan por el pueblo, para luego pasarse al lado del opresor, engañar una vez más sus nobles aspiraciones y las más próximas, la de concretar una nueva constitución, por medio de una asamblea constituyente. Clave es construir organización y líderes resueltos, maduros, con capacidad y conciencia, comprensión del nivel de lucha en la que está inmerso este pueblo heroico.

Las masas están dispuestas, eso está demostrado, va a depender que sea convertida en organización, en lucha política estructurada, dirigida con razón y conciencia en un frente de masas contra la oligarquía y el imperialismo, caso contrario, será, otro sacrificio de las masas que están dispuestas, pero sus organizaciones representativas y su guía sin capacidad de respuesta, las condiciones están dadas para un salto en la lucha popular y de clase. Esa es la realidad.

23-12-2022

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